El agua como espejo de la vulnerabilidad humana

El agua como espejo de la vulnerabilidad humana

Desde 2007, el fotógrafo sudafricano Gideon Mendel ha recorrido el mundo documentando una de las consecuencias más devastadoras del cambio climático: Las inundaciones. Su proyecto, Submerged Portraits, no busca mostrar el desastre desde una perspectiva distante o estadística, sino desde la intimidad de las personas que lo viven.

 

 

 

 

En el corazón del proyecto están los retratos. Mendel acompaña a sus sujetos mientras regresan a sus hogares inundados, colaborando con ellos para crear imágenes en las que el agua lo transforma todo. Aunque las poses son tradicionales, el entorno alterado rompe cualquier sentido de normalidad, revelando humanidad desbordante.

 

 

 

 

El agua, símbolo ancestral de destrucción y renacimiento, se convierte aquí en metáfora contemporánea de la fragilidad humana. A medida que el calentamiento global multiplica los eventos, las imágenes de Mendel adquieren un eco universal: Todos, sin importar el lugar, compartimos una vulnerabilidad común ante la naturaleza.

 

 

 

 

El proyecto nació cuando el fotógrafo cubrió dos inundaciones ocurridas con semanas de diferencia: Una en Reino Unido y otra en India. El contraste entre ambas realidades, y la similitud en la pérdida, lo impulsaron a continuar su viaje por zonas afectadas en Haití, Pakistán, Australia, Tailandia, Nigeria, Alemania y Filipinas.

 

 

 

 

Con su cámara, Mendel registra no solo el impacto visible del agua, sino las huellas invisibles que deja al retirarse: tensiones sociales, desigualdades y memorias transformadas. De esta exploración surgen dos trabajos complementarios —Flood Lines y Water Marks— que documentan cómo el agua marca tanto los espacios físicos como las fotografías personales arrastradas por la corriente.

 

 

 

 

En Submerged Portraits, el agua no es solo una amenaza: Es también un espejo. Uno que refleja nuestra relación con el entorno y nos recuerda que, frente a la naturaleza, todos compartimos el mismo destino.

 

 

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